Las islas de los alrededores de Cartagena albergan corales saludables y un turismo próspero. Sin embargo, las comunidades insulares afrocolombianas viven en la pobreza debido a una historia de racismo estructural y explotación ambiental. Con pocas oportunidades laborales formales, la economía local de las islas se basa en la pesca, que puede incluir prácticas insostenibles como la pesca con dinamita, el uso de redes que no cumplen con las normas y la captura de animales en peligro de extinción. Lamentablemente, profesionales los cursos de buceo y la capacitación son demasiado costosos para la mayoría de los lugareños y, por lo tanto, muchos nunca han visto un arrecife de coral, no se benefician de la industria del buceo y no desempeñan un papel en la protección de su propio ecosistema. 

 

Buscamos cambiar las prácticas de pesca insostenibles además del desempleo local al capacitar a jóvenes selectos de la ciudad isleña de Bocachica para que se conviertan en buzos profesionales y monitores de arrecifes de coral. Los turistas crean una demanda de guías de buceo profesionales y los científicos necesitan monitores de arrecifes de coral: puestos que podría ser ocupado por la población nativa si tuviera la adecuada formación. 

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El 100% de su formación es financiada por nuestro centro de buceo, Paraiso Dive Cartagena. PADI se había unido a nuestra causa y acordó proporcionar materiales de aprendizaje y certificaciones a los jóvenes de nuestro programa.

 

Como parte de nuestros esfuerzos de conservación, trabajamos junto con biólogos marinos para instalar y mantener tecnologías que monitorean los corales a lo largo del arrecife de Varadero y otras áreas alrededor de las islas Tierra Bomba y Barú.

 

Los arrecifes de coral proporcionan alimentos e ingresos diarios a millones de personas (incluidas las de Bocachica), brindan un hogar para crecer a más del 25 % de las especies marinas, protegen a las comunidades costeras de la erosión, las inundaciones y las tormentas, generan miles de millones de dólares en ingresos para industrias turística y farmacéutica,  además de combatir el cambio climático al convertir el dióxido de carbono en oxígeno (más de la mitad del oxígeno en nuestra atmósfera proviene de los corales).